miércoles, 16 de septiembre de 2009

Peluquería y autoestima, una dupla peligrosa

Hace poco me recomendaron una peluquería muy cool. Carola, mi estilista, realmente tenía onda. Nos pusimos a conversar y enseguida me preguntó: “Y tú qué haces”. No dudé ni un segundo; “nada, le contesté. No hago nada”.

A ella qué le importa que me levanté a las 6 de la mañana a calentar la leche de mi guagua y que antes de las 8 ya estaba en el estacionamiento del Líder esperando que abran para comprar pollo, abrillantador de piso flotante y tinta para la impresora. Nunca se me hubiese ocurrido contarle que al mediodía retiré a mi hija del colegio, almorcé con ella, la ayudé con la tarea y después me vine a cortar el pelo.

En síntesis: mi autoestima está directamente relacionada con el trabajo profesional. Y, como no trabajo, siento que no hago nada. O, dicho de otro modo, ser mamá no es una ocupación digna de mencionar. Al menos no para mí.

Lo curioso es que hablando con otras mujeres he descubierto que no soy la única loca que piensa que las tareas domésticas y/o maternales no son tema interesante de conversación. Según mi investigación de mercado, el mundo se divide en dos clases de mujeres: las que están orgullosas de criar a sus hijos y se lo pasan hablando de los cabros, y las que al menos una vez al mes nos preguntamos si es demasiado tarde para darlos en adopción... Paradojas de la vida moderna: en el 100% de los casos, las que integramos el segundo grupo tenemos título universitario.

Por lo pronto, he decidido no volver a la peluquería.

2 comentarios:

  1. Que te puedo decir... al final haga uno lo que haga, como madre... los sentimientos de culpa aparecen. Uno trabaje, vaya a hacerse la manicure o este por el tercer cafe del día no se como pero uno se siente culpable y de verdad trato de lidiar con esto.
    Soy del grupo de mamás que prefiere trabajar y la verdad es que me encanta lo qe hago. La culpa por no estar con los niños para que se luzcan con la tarea que claramente hacen las mamás, por no estar en las oncesitas o cumples los dias de semana o llevarlos a cuanta actividad deportiva hay a unos horarios imposibles para las que trabajan, es enorme.
    Antes una se organizaba con el trabajo y tiempo para ir al mall o a la pelu, glamour... hoy basta con verse digna.
    Al final del día siempre quedo con la sensación de haber hecho un buen trabajo, pero de extrañar a los niños, que se aburren de tanto que los llamo y que celebran los dias que estoy con ellos.... al menos así me extrañan y me aprovechan es mi consuelo.
    Cómo no sentirse una mala madre????

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  2. La peluquería era Mi Lady Señorita?!
    Estoy segura que sí!!

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